Los ácidos grasos son componentes de las grasas y tienen una influencia decisiva en las propiedades y funciones de las grasas en el cuerpo.
Los ácidos grasos saturados se encuentran principalmente en alimentos de origen animal y son sólidos a temperatura ambiente. Por ejemplo, puede encontrar grasas saturadas en la carne, la mantequilla, pero también en el aceite de coco. Las grasas saturadas mantienen sus propiedades cuando se calientan porque son relativamente estables al calor.
Los ácidos grasos insaturados se encuentran principalmente en plantas, pero también en pescados grasos. Son líquidos a temperatura ambiente. Por ejemplo, puede encontrarlos en aceite de oliva o aceite de colza, así como en salmón, caballa o arenque. Las grasas poliinsaturadas, como la que se encuentra en la linaza o el salmón son particularmente saludables. Las grasas no saturadas (múltiples) preferiblemente no deben calentarse o solo ligeramente, porque se perderán las propiedades positivas.
En su dieta, la proporción de grasas saturadas debe ser lo más baja posible, mientras que la proporción de grasas no saturadas debe ser mayor.
Demasiadas grasas saturadas pueden provocar depósitos en las venas (colesterol), mientras que las grasas no saturadas ayudan a su sistema inmunológico, son importantes para construir estructuras corporales y pueden descomponer el colesterol malo.
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